lunes, 5 de noviembre de 2012


EL GAUCHO: sus orígenes...

"El gaucho argentino"
Aunque se la utilizó en todo el Río de la Plata - y aún en Brasil - no existe absoluta certeza sobre el origen de la palabra gaucho.
Es probable que el vocablo quichua huachu (huérfano, vagabundo) haya sido transformado por los colonizadores españoles utilizándose para llamar gauchos a los vagabundos y guachos a los huérfanos.
También existe la hipótesis de que los criollos y mestizos comenzaron a pronunciar así (gaucho) la palabra chaucho, introducida por los españoles como una forma modificada del vocablo chaouch, que en árabe significa arreador de animales.
La denominación se aplicó generalmente al elemento criollo (hijos de españoles) o mestizo (hijos de españoles con indígenas), aunque sin sentido racial sino étnico ya que también fueron gauchos los hijos de los inmigrantes europeos, los negros y los mulatos que aceptaron su clase de vida.
El ambiente del gaucho fue la llanura que se extiende desde la Patagonia hasta los confines orientales de Argentina, llegando hasta el Estado de Río Grande del Sur, en Brasil (gaúcho).
El proceso evolutivo del gaucho y el uso de esa palabra se desarrolló sin solución de continuidad. Distintos tipos de gaucho existieron en Argentina antes de 1810, es decir antes de ser conocidos con esehayan sido pocas al principio. El tercer tipo - –que luego se llamó gaucho alzado– existió en reducido número. Pero no fueron los primitivos peones ni los "fuera de la ley" quienes le dieron la característica suficientemente fuerte para llamar la atención.
Es indudable que el tipo de gaucho que tuvo realmente fisonomía peculiar –el primero que fue llamado así– fue el gaucho nómada, no delincuente, que estuvo implícito en el gauderío oriental del s. XVIII. Este gaucho fue algo más que un simple vagabundo. Adquirió en la Argentina, a lo largo del s. XIX, rasgos propios bien definidos. Y cuando se difundió suficientemente –es decir, a medida que fue creciendo la población rural– fue llamado gaucho, como también se había llamado al paisano oriental del s. XVIII.
Hábiles jinetes y criadores de ganado, se caracterizaron por su destreza física, su altivez, su carácter reservado y melancólico.
Casi todas las faenas eran realizadas a caballo, animal que constituyó su mejor compañero y toda su riqueza.
El lanzamiento del lazo, la doma y el rodeo de hacienda, las travesías, eran realizados por estos jinetes, que hacían del caballo su mejor instrumento; en el caballo criollo no sólo cumplía las faenas cotidianas sino que con él participó en las luchas por la independencia, inmortalizando su nombre con las centauras legiones de Güemes.
Fue el hombre de nuestro campo, principal escenario de su vida legendaria y real. De vida solitaria ya en grupos de tiendas, como las tribus nómades, ya en rancheríos aislados como en la pampa sureña.




AQUÍ ME PONGO A CANTAR... Y A CONTAR...
El gaucho es siempre atento, cortés
y hospitalario. Es un hombre
modesto, respetuoso de sí mismo y
de su tierra y al mismo tiempo
enérgico y audaz.




LA LITERATURA GAUCHESCA


La gauchesca no es una literatura producida por los gauchos,
sino por hombres de ciudad que tenían alguna educación. Este tipo
de literatura, al principio despreciado por los escritores "cultos" de
la época, surgió en tiempos de la Revolución de Independencia
(1810) y se extendió hasta entrado el siglo XX. Con el tiempo fue
revalorizada y llegó a ser considerada como una de las expresiones
más importantes en las letras de nuestro país.
Esta literatura trató los problemas de los gauchos, de los
habitantes de las zonas rurales de la pampa húmeda y uno de sus
temas centrales fue el de la injusticia. Tomó las formas expresivas
de aquellos a quienes retrataba, tales como dichos y refranes,
vocabulario, formas de pronunciación regional, etc. La gauchesca,
pues, es una literatura esencialmente social, y en su etapa
culminante, con la obra de José Hernández, se convierte en un
canto nostálgico y elegíaco que refleja la derrota y el lamento de
ese sector de la población.





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